ROCK CITY MORGUE
DOMINGO 9 MAYO: SANTA MARÍA DEL PÁRAMO, TABERNA BELFAST ; 21,45 h
entradas: 8 € anticipada, 10 € taquilla
A la venta en: ELEKTRA CÓMICS (LEÓN)
PUB LOKURA (ASTORGA)
TABERNA BELFAST (STª Mª)
6 mayo ESTUDIO 27 Burgos - 7 mayo Sala Mardi Gras, A Coruña (Taquilla 15/18) - 8 mayo Chocolate, Vigo (Taquilla 15/18) - 9 mayo Sala Belfast, Leon (Taquilla 8/10) - 10 mayo GRUTA 77, Madrid (Taquilla 9/12) - 11 mayo Planta Baja Super Pop, Granada - 12 mayo Sala Super Sonic, Cadiz - 13 mayo Cafe Mercantil, Badajoz - 14 mayo Studio 21 - Donostia San Sabastian - 15 mayo La Ovella Negra Rock Sound, Barcelona
El esperado regreso de la banda horror-rock se ha hecho realidad. Al fin se anuncia una gira de Rock City Morgue por nuestro país a quienes no veíamos el pelo desde su presentación de “Dead Man’s Song” en 2004. El mortuorio crooner Rik Slave acompañado de la mujerona ex-White Zombie, Sean Yseult, al bajo y piano; completando la alineación Johnny Brashear a la guitarra y John Gray a las baquetas, publicaron a finales del pasado año “The Boy Who Cried the Werewolf” cuyo título rinde homenaje a un film de serie “Z” del 73 del mismo nombre.
The Boy Who Cried Werewolf es un paso adelante en el sonido de la banda. Se dejan tentar por el hard rock de los 70 y los ecos metálicos, en parte gracias al excelente trabajo del guitarrista Johnny Brashear. Sean Yseult deja a un lado el bajo y se centra más que nunca en el piano, llenando de cuerpo todo el álbum. Sin embargo la verdadera estrella aquí es Rik Slave. Slave siempre ha hecho gala de una de esas voces punk que tal vez no sea la más melódica, ni la más bonita, pero está cargada de personalidad. Aquí, además, está en plena forma y aunque continúa con su vocabulario gótico lo cierto es que las letras en conjunto rara vez caen en lo siniestro. Por ejemplo, "Grave Mistake", a pesar de llevar la palabra "tumba" en el título, no resulta en ninguna orgía de ataúdes y difuntos. En ese sentido, "Creepin' in the dark" es lo más parecido que hay aquí a la atmósfera de una peli de terror, aunque el protagonista es más bien un ladrón o un malhechor, no un monstruito. Y es que ese era uno de los puntos flacos de Rock City Morgue: estaban tan centrados en su universo de serie-b que difícilmente podían llegar al corazón. No obstante con este The Boy Who Cried Werewolf han conseguido que su proyecto sea menos 'conceptual', lo que puede llevarles a otro tipo de público, aunque dudamos que eso a Rick y Sean les quite demasiado el sueño.
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